Anualmente, millones de personas por todo el mundo padecen de mala circulación, tanto en las piernas, los brazos y otras partes del cuerpo.
Puede ser algo pasajero como una pierna que se “duerme” por estar mucho tiempo sentado trabajando o algo que ponga en peligro la vida.
En este post repasaremos qué es y que causa la mala circulación, ya en otro post hablaremos de cuáles son los síntomas y el mejor tratamiento.
De qué se trata la mala circulación
La mala circulación también se conoce como mala perfusión y no se considera una enfermedad propiamente dicha.
Se trata de una condición que es el resultado de varios factores físicos que se combinan y la producen.
La sangre y el oxígeno se transportan a todas partes del cuerpo gracias al sistema circulatorio y todos los órganos que lo conforman.
Ahora bien, la mala circulación ocurre cuando el flujo sanguíneo no llega a una sección específica del organismo mediante las arterias y venas.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de la mala circulación?
Las principales causas de la mala circulación son las siguientes:
· Herencia: por genética el paciente puede tener venas con mala estructura y desarrollar problemas de circulación.
· Embarazo: en ese periodo el organismo de la mujer genera más líquido para la placenta, y produce más la hormona relaxina, que dilata las venas, por lo que la sangre no circula bien al corazón.
· Aterosclerosis: Esta enfermedad genera paredes de grasa en la parte interna de las arterias, por lo que la sangre no circular apropiadamente.
· Sedentarismo y sobrepeso: estas condiciones hacen que las piernas se hinchen y agoten más, debido a que la sangre casi no circula o debe recorrer más distancia que la que puede bombear el corazón.
· Edad avanzada: los vasos sanguíneos se deterioran con la edad, por lo que se desarrollan síntomas de mala circulación.
· Anticonceptivos: Las damas corren mayor riesgo de que se le formen trombos que causan mala circulación, debido a las hormonas que tienen dichos fármacos.
· Estar por largos periodos de pie: al permanecer sentado o cruzando las piernas (por trabajo o traslados), la sangre tiene mayor dificultad en regresar hacia el corazón.
· Enfermedades crónicas: algunas enfermedades como la hipertensión y o la diabetes, traen como consecuencia la mala circulación, en especial si no se les trata adecuadamente.
Hasta ahora hemos visto de qué trata la mala circulación y qué la causa, en el siguiente post hablaremos de los síntomas y su tratamiento.
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