¿Es posible prevenir el Alzheimer? Mira lo que dice la medicina

Prevenir el Alzheimer es una pregunta habitual y que causa curiosidad. Siendo una enfermedad tan común y prácticamente incurable, surge la curiosidad... ¿En serio se puede evitar?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa muy frecuente en la tercera edad. En sí, produce una pérdida progresiva de la función neuronal, lo que se traduce en fallas de la memoria principalmente. 

Ante ello, resulta de utilidad conocer cómo puedes llevar una calidad de vida mejorada para no padecer esta enfermedad. 

Entonces, ¿es posible prevenir el Alzheimer?

Anteriormente, se creía que el envejecimiento era sinónimo directo de padecer Alzheimer. No obstante, hoy en día se concluye que, pese a que están relacionados, no es una condición estricta. 

Un factor de riesgo es una condición o variable que incrementa la posibilidad de sufrir alguna patología. En el caso del Alzheimer, existen aquellos que son modificables y los que no son modificables. 

Siendo una enfermedad de gran prevalencia, para la fecha existen campañas que hacen un llamado a su prevención. La pregunta es... ¿Cómo? Pues, concientizando acerca de los factores de riesgo implícitos. 

Los factores de riesgo no modificables son aquellos que no varían en su estructura. Por su parte, los modificables, son los que pueden corregirse o tratarse médicamente para mejorar la calidad de vida.  

Dentro de la rama de los factores no modificables, yace principalmente la edad (>65 años) junto a condiciones genéticas. Por otro lado, los modificables son los relacionados con los hábitos o estilo de vida (tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo...).

¿Cómo prevenir el Alzheimer? 

Para prevenir el Alzheimer, es preciso enfocarse en los factores de riesgo modificables. En esencia, siguiendo una serie de consejos prácticos, pueden corregirse con facilidad:

• Control cardiovascular y metabólico: tanto la diabetes como la hipertensión arterial predisponen a la aparición de Alzheimer. Por consiguiente, mientras mejor controlado médicamente estés, la prevención está asegurada. 

• Dieta balanceada: cuando eres joven, la tendencia a la comida chatarra es desproporcionada. Sin embargo, conforme más rápido te dediques a una dieta equilibrada, el riesgo cardiovascular y de Alzheimer disminuirá. 

• Ejercicio constante: la actividad física a cualquier edad es imprescindible. Si ya eres mayor o estás disfrutando de tu senectud, entonces una pequeña caminata no te hará mal. En su defecto, puedes probar con 30 a 60 minutos diarios de ejercicio. 

• Retos mentales: en lugar de mente ocupada por trabajo u obligaciones, rétala constantemente. Resuelve problemas matemáticos sin calculadora o adopta la lectura técnica como un pasatiempo. 

• Relaciones personales: la actividad social contribuye al fortalecimiento de la mente y las funciones cognitivas. Por tanto, el déficit neuronal será evitado a grandes rasgos.